domingo, 28 de febrero de 2010

El Gran Dragón de los Cielos


Tao

No es cuestión de tratar el Tao en cuanto base filosófica de una doctrina definida como el taoismo. El Tao no es solamente una doctrina filosófica determinada; ha sido igualemente el soporte de varias filosofias, cuyos sistemas eran diferentes, lo mismo que las nociones de escencia y de existencia en las filosofías occidentales han dado nacimiento a varios sistemas diferentes.
El Tao es anterior a los chinos y a su historia. El sentido exacto de la palabra china es camino, vía. Como todo lo chino, no se puede explicar sin referirse al Yin y al Yang. No es de ninguna manera la suma, puesto que el Yin y el Yang se sustituyen uno a otro alternativamente o subsisten simultaneamente, pero en una relación de oposición.
Se podria considerar el Tao, aunque un resumen es siempre demasiado simple, como el regulador de su alternancia. Asi explicaría la regla escencial que se encuentra en el fondo de todas las mutaciones, reales o simbolicas; lo cual permite verlo como un principio de orden, que rige indistintamente la actividad mental y el cosmos. Salvando las distancias, se lo podría comparar a la nocion estoica del logos, esa razón inmanente en el universo, en su conjunto y en todo ser, en su destino particular.

miércoles, 29 de abril de 2009

Cuento ancestral (anónimo).


Un joven samurai llegó hasta una aldea en busca de un gurú, que pudiera responder a una pregunta que lo atormentaba. Consultó a distintas personas durante un día entero, hasta que halló a una anciana, que le indicó un camino que daba a una montaña, donde hallaría por fin el tan ansiado maestro.
El samurai, entusiasmado, emprendió la marcha no bien cantó el gallo, luego de haber pasado la noche en una posada.
Subió, sin escatimar esfuerzos, la escarpada ladera, hasta que divisó una humilde cabaña y lleno de expectativa golpeó, decidido, la puerta.
Luego de insistir varias veces, se inclinó con respeto, cuando el gurú finalmente le abrió. Y no sin aclararle cada uno de los inconvenientes que había tenido que sortear para hallarlo, le hizo su pregunta:

-Venerado maestro, ¿existen el cielo y el infierno?

E l gurú no se inmutó y luego de escrutarlo largamente en el más absoluto silencio, casi cerrándole la puerta en la cara, le disparó:

-¿De que serviría mi respuesta a un simple samurai? –Ofendido y movido por un irrefrenable impulso, el samurai echo mano a su espada para cortar en dos al maestro que sin pestañear, le susurro:

-Acabas de abrir las puertas del infierno.

Luego de unos segundos de perplejidad, el samurai reaccionó, envainó su espada y se deshizo en elogios, loas y agradecimientos por la magistral sabiduría del gurú quien solo se limitó a decir:

-Ahora has abierto las del cielo…

lunes, 27 de abril de 2009

Poema del Campo de Instrucción




Atravesarás el campo de instrucción
día a día hasta volverte hombre.
Comprenderás entonces que la vida se perfecciona
como tu deberás perfeccionar tus formas.
Sólo sobrevive el árbol cuyas raices son fuertes.
Asi, la base de tu vida deberá ser firme como un templo
construido sobre piedra y no sobre arena.
Se ágil, se veloz, se fuerte mas no rígido
sino flexible como las ramas de un sauce
que sobrevive a la tormenta.
Concéntrate y se preciso, mi pequeño niño:
y eliminado todo lo innecesario dirígete
directamente a tu objetivo.
Sabe que tu enemigo real es tu propia sombra.
Para combatir contra ella te estás preparando
aunque todavía no lo comprendas.
Realiza con valor el tajo definitivo, no temas
y ten esperanza, de esta manera, comprenderás algún día
el vuelo del yuriken:

Hacia el centro del blanco...
Hacia el centro de tu corazón...
Hacia el centro de ti mismo...

sábado, 24 de enero de 2009

El Ta-Hio o La Gran Ciencia




Capitulo Único

I
Los objetivos básicos de la Gran Ciencia o Filosofía consisten en el cultivo de la naturaleza racional que todo hombre recibe del Cielo, en la educación y renovación de los pueblos, y en la búsqueda del Bien Supremo o Fin Último al que debemos dirigir nuestras acciones para alcanzar la perfección.

II
Ante todo es preciso conocer el fin hacia el que debemos dirigir nuestras acciones, es necesario descubrir nuestro destino, para poder tomar la firme determinación de dirigirnos hacia el.
Una vez hecho esto, nuestro espíritu se vera libre de toda vacilación e inquietud. En cuanto se hayan consolidado esta serenidad y tranquilidad de espíritu, gozaremos de una profunda paz interior que ningún acontecimiento podrá alterar. Cuando gocemos de esta paz inalterable, estaremos en condiciones para meditar y para penetrar en la esencia de todas las cosas. En cuanto conozcamos la esencia de todas las cosas, habremos alcanzado el estado de perfección que nos habíamos propuesto.

III
Todos los seres de la naturaleza tienen una causa y producen unos efectos; todas las acciones humanas se fundan en unos motivos y dan lugar a unas consecuencias. El conocimiento de las causas y los efectos, de los motivos y de las consecuencias, constituye la raíz del método racional con el que se alcanza la perfección.

IV
Los antiguos príncipes que pretendían educar y renovar a todos los pueblos se esforzaban primero en gobernar con rectitud sus propios reinos. Para gobernar rectamente sus reinos se aplicaban ante todo a ordenar bien sus familias. Para ordenar bien sus familias, procuraban previamente corregirse a si mismos. Para corregirse a si mismos, ponían un especial cuidado en adornar su alma de todas las virtudes. Para la consecución de todas las virtudes, se esforzaban en conseguir la rectitud y sinceridad de todas sus intenciones. Para lograr que sus intenciones fueran rectas y sinceras se entregaban con ardor al perfeccionamiento de sus conocimientos morales y el máximo perfeccionamiento de los conocimientos morales consiste en penetrar y descubrir los móviles de las acciones.

V
Si alcanzamos un conocimiento claro y profundo de los móviles de las acciones obtenemos con ello la máxima perfección de nuestros conocimientos morales. Cuando se alcanza la máxima perfección de los conocimientos morales, inmediatamente todas las intenciones son rectas y sinceras. Si las intenciones son rectas y sinceras, el alma queda adornada de todas las virtudes, las virtudes del alma mejoraran y corregirán todo nuestro ser. Si alcanzamos nuestra perfección personal, quedara establecido el orden en nuestra familia. Si la familia está en orden, el reino será rectamente gobernado, y cuando todos los reinos son bien gobernados, el mundo entero goza de paz y armonía, siendo renovados y educados todos los pueblos.

VI
Desde el hombre más noble al más humilde, todos tienen el deber de corregir su propio ser. El perfeccionamiento de uno mismo es la base de todo progreso y desarrollo moral.

VII
Sería contrario a la naturaleza de las cosas el que produjeran los mismos efectos en estado de desorden y confusión, que organizadas y sistematizadas. Por consiguiente ha de evitarse siempre el tratamiento superficial de lo más importante subordinándolo a lo que es secundario; jamás hemos de tratar con seriedad lo secundario, anteponiéndolo a lo principal y más importante.


Confucio

martes, 13 de enero de 2009

Tao-Chien (arte marcial)





"El que conquista a otros es fuerte, el que se conquista a si mismo es poderoso"

Lao Tse

domingo, 11 de enero de 2009

El Tao



Para una version del "I-ching"


El porvenir es tan irrevocable
Como el rígido ayer. No hay una cosa
Que no sea una letra silenciosa
De la eterna escritura indescifrable
Cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
De su casa ya ha vuelto. Nuestra vida
Es la senda futura y recorrida.
El rigor ha tejido la madeja.
No te arredres. La ergástula es oscura,
La firme trama es de incesante hierro,
Pero en algún recodo de tu encierro
Puede haber una luz, una hendidura
El camino es fatal como la flecha.
Pero en las grietas está Dios, que acecha.





J. L. Borges